La alcaldesa de Cobija, en el departamento de Pando, Ana Lucía Reis, manifestó hoy que las represas Jirau y San Antonio, construidas en territorio brasileño, a 80 kilómetros de la frontera con Bolivia, afectan al ecosistema de la Amazonía, alteran el medio ambiente y ocasionan las graves inundaciones que hoy vive gran parte de la región oriental del país.
“Estas represas, San Antonio y Jirau, son mega hidroeléctricas que deforestan una gran cantidad de la selva amazónica. Han tenido que relocalizar inmensas comunidades que en este momento están todas bajo el agua, y no nos olvidemos que al talar un árbol ya estamos afectando al eco sistema”, sostuvo la autoridad.
Dijo que al deforestar una inmensa cantidad de bosque “lógicamente que afecta al cambio climático y es por eso que tenemos tantos problemas de inundaciones”.
Reis llamó a la reflexión a los gobiernos de turno de la región que a nombre del desarrollo depredan la Amazonía para asentar algún tipo de industria cuando las tierras del lugar son exclusivamente para mantener el equilibrio ecológico.
“No somos una región productiva ni para grandes cultivos ni para ganadería, sino son tierras de la Amazonía que se las necesita para conservar el bosque porque vivimos mucho de ella, de la castaña más que todo”, apuntó.
La deforestación en la Amazonía, tanto brasilera, peruana o boliviana, cada año afecta más y por eso “ahora sufrimos las consecuencias”.
“Lo más importante para el boliviano es que empecemos a sensibilizarnos más sobre la importancia de bosque; casi el 70 por ciento de la región boliviana es amazónica y por suerte es la más despoblada, porque si hubiera más gente, con más desarrollo viene mucha destrucción”, señaló la autoridad edil.
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