El estilo con el que se maneja la diplomacia en el país es cuestionado por dos especialistas y un exvicepresidente. La diplomacia directa; la falta de profesionalismo, de manejo técnico y de institucionalidad; la alta politización e ideologización; la preeminencia de militares y militantes oficialistas y una excesiva mediatización son algunas de las falencias abordadas.
La reacción del Gobierno ante la confirmación de que el exfiscal del caso terrorismo, Marcelo Soza, pidió refugio en Brasil es citada como ejemplo de lo inconveniente que resulta para el país seguir manejando la diplomacia directa, según el exvicepresidente, Víctor Hugo Cárdenas y los especialistas Armando Loaiza y Gustavo Aliaga, quienes piden retomar los procesos formales para darle seriedad a las relaciones internacionales.
“Veo una actitud de confrontación del presidente (Evo Morales) y del equipo gubernamental (…), lo único que les falta a nuestras autoridades es ordenar al Brasil qué es lo que tiene que hacer, eso es mal visto en el Brasil, se debe optar por una diplomacia formal”, dijo Cárdenas quien recomendó al Gobierno dejar de ejercer la diplomacia directa.
“La diplomacia directa administra toda la política exterior, no tenemos un servicio profesional y el presidente Morales no desea, no quiere mejorarla”, dijo Aliaga, excónsul boliviano y también experto en Derecho Internacional.
Según Aliaga, es por la ausencia de una diplomacia boliviana formal que se están acumulando problemas con Brasil que considera “muy delicados”, como por ejemplo los relacionados con el narcotráfico, con los temas políticos, con la migración y los acuerdos relacionados con la venta del gas licuado boliviano.
Más ideología que diplomacia
Dijo que la diplomacia boliviana no es manejada en base a estándares internacionales ni con la seriedad que se precisa, ya que estaría viviendo una etapa de crisis institucional que se agudiza por la presencia de militares y militantes a fines al gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) en las embajadas y cancillerías.
“Técnicamente está militarizado todo el servicio exterior, la mayoría de embajadas está con generales, con comandantes en jefe de anteriores gestiones del periodo Evo Morales que hoy están premiados con responsabilidades de embajadores”, dijo Aliaga.
Para Aliaga, el país cuenta con uno de los peores servicios de extranjería del continente y para Loaiza ese hecho se agrava porque la diplomacia boliviana está marcada por una matriz “ideologizante”.
“Hay una matriz un tanto ideologizante (…) espero que en esta segunda etapa el Gobierno haga una lectura más cuidadosa de la realidad internacional del vecindario y también del mundo”, dijo Loayza.
Medios y diplomacia
Otra de las consecuencias de la ausencia de diplomáticos de carrera, se refleja en las acciones mediáticas que realiza el Gobierno pues existe una tendencia a realizar “grandes declaraciones mediáticas” en el campo internacional, dejando de lado el trabajo diplomático de negociación, apuntó Loaiza.
Recordó las acciones asumidas hace cuatro años en torno al conflicto con Chile en torno a los derechos sobre las aguas del Silala y el río Lauca, dijo que, en ese entonces, si bien se logró posicionar el tema en los medios de comunicación nacionales e internacionales, hubo notoria carencia de una negociación diplomática.
“Se quiere negociar por los periódicos, por los medios de comunicación, así no se avanza”, señaló.
Cuatro temas pendientes con Argentina
Para los especialistas Gustavo Aliaga y Armando Loaiza, si bien los Gobiernos de Bolivia y Argentina son afines ideológicamente, existe incertidumbre en ciertos temas. Uno de ellos es el narcotráfico, pues en los últimos meses se reportó un incremento en el traslado de cocaína y marihuana por las fronteras entre ambos países.
El exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas dijo que otro de los temas pendientes está relacionado con la venta de gas a la Argentina, pues la presidenta Cristina Fernández, anunció que dentro de unos años su país no necesitará el gas licuado boliviano.
Sumados al tema de la migración y el contrabando en los puntos fronterizos en ambos países, son cuatro los temas identificados que ameritan ser abordados por la diplomacia boliviana.
Aplauden visita de Evo a Chile
Dos especialistas bolivianos ven como positiva la participación del presidente Evo Morales en la toma de posesión de la mandataria chilena Michelle Bachelet, pues consideran que con la visita se marca la disposición del Gobierno a retomar las buenas relaciones entre estos dos países, después que se enfriaran durante la gestión del expresidente Sebastián Piñera.
El excónsul y experto en Derecho Internacional, Gustavo Aliaga, también observó positivos avances en la construcción de los imaginarios colectivos de la ciudadanía chilena respecto a la demanda marítima.
Un indicador de esto, según dijo, es el apoyo que Morales recibió al derecho de Bolivia de acceder a una costa marítima con soberanía en el océano Pacífico, en el marco del Encuentro por la Unidad de los Pueblos.
“Si hay un chileno gritando ‘mar para Bolivia’, está muy bien, eso es importante, creo que hemos reconstituido inteligentemente la relación”, dijo Aliaga.
Por otro lado, el excanciller Armando Loayza dijo que la demanda marítima que Bolivia tiene con Chile, tras la conclusión de la memoria histórica que contiene los argumentos es más realista, pues el caso pasó al Consejo Nacional Marítimo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
“El tema más importante va a discurrir a través de la tramitación en la Corte de La Haya, cuando el 17 de abril se entregue la memoria”, dijo Loayza.
La semana pasada, el Procurador General del Estado, Héctor Arce, oficializó que la memoria histórica está “prácticamente” concluida y corroboró que se entregará en abril ante la CIJ.
El expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé es el agente boliviano ante la Corte de La Haya.
Asilo a Soza no afecta relacion bilateral
En pasados días, el embajador interino y encargado de Negocios de Brasil, João Luiz Pereira Pinto, aseguró que el posible refugio que se otorgue al exfiscal del caso terrorismo, Marcelo Soza, es una decisión técnica y no política que es analizada por la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare).
“El Conare analiza el pedido y es un órgano colegiado, hay integrantes de diversas organizaciones del Gobierno, la sociedad civil y de otras instituciones, por lo que el refugio es una decisión técnica y no es política”, señaló en ese entonces a los medios de prensa.
Consultado sobre las versiones que advierten el deterioro de las relaciones entre Bolivia y Brasil por el pedido de refugio de Soza y por la fuga del senador opositor Roger Pinto de La Paz con ayuda de diplomáticos brasileños, el Embajador aseveró que las relaciones bilaterales “están en un momento muy bueno”, por lo que el “incidente con el fiscal es apenas una cosa técnica y no es política”.
Asimismo, recordó que el estatus de Soza es como el de cualquier extranjero que pida refugio en Brasil, porque cuenta con refugio temporal de 180 días hasta que el Conare, analice la solicitud del exfiscal.
Sin embargo, hay otros aspectos a tomar en cuenta en la relación bilateral. El escaso control boliviano sobre el narcotráfico es uno de ellos y fue una de las causas para que Brasil decidiera militarizar sus fronteras con Bolivia, señaló el exvicepresidente, Víctor Hugo Cárdenas. Desde que la presidenta Dilma Rousseff asumió el cargo, Morales no sostuvo ninguna reunión bilateral, a esto se suma la ausencia de personal especializado en relaciones internacionales, lo que estaría generando una “relación conflictiva con el Brasil”, dijo Cárdenas.
Para el excanciller Armando Loaiza otro de los temas importantes con Brasil es el de la venta de gas, por la importancia para las exportaciones de Bolivia.
Fuente: Los Tiempos
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