lunes, 31 de marzo de 2014

Crimea dispara el temor de un efecto dominó en Europa del Este

Las injerencias de Rusia. -   Afp Agencia

La rápida anexión de la península de Crimea a Rusia, menos de un mes de la deposición del presidente ucraniano Víktor Yanúkovich y el pedido de éste para que se celebren referendos nacionales sobre el estatus de cada región, ha despertado temor en varios países de Europa del Este.
Según el diario “The New York Times”, la exsecretaria de Estado de EEUU, Madeleine Albright, asegura que el presidente ruso Vladímir Putin busca recrear la Unión Soviética. Para otros, se trata de apuntalar una Unión Euroasiática para contener la zona de influencia de Europa y EEUU.
Desde que Putin llegó al poder en el 2000, su meta ha sido volver a convertir a Moscú en un gran poder global. No ha ocultado su nostalgia por la Unión Soviética (cuya disolución fue “la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”, según él) y no ha dudado en defender su zona de influencia.
Pero la inestabilidad generada por los antecedentes de los territorios de Osetia del Sur, Abjasia y la República de Transnistria, hacen imperativo lograr una solución definitiva para Crimea.
Es el caso de Transnistria, un estado separatista situado al este de la República de Moldavia y en la frontera de Ucrania, el Gobierno prorruso envió una solicitud a Moscú manifestando su deseo de unirse también a la Federación Rusa.
Desde que se declarara su independencia en 1990 y sobre todo después de la Guerra de Transnistria en 1992, esta república es un Estado con un reconocimiento limitado que reclama el territorio al este del río Dniéster, la ciudad de Bender y las localidades de la orilla oeste de Transnistria y Pridnestrovie. Aquel conflicto terminó con un alto el fuego, pero la República de Moldavia no reconoció ni reconoce el estado de Transnistria.
Desde hace ya 22 años, el estatus político de Transnistria sigue sin aclararse e internacionalmente no es reconocido.
Sin embargo, Transnistria es una independiente república presidencial con su propio gobierno, parlamento, ejército, policía.
Tiene también su propia moneda, himno y su propia bandera que, curiosamente, mantiene la hoz y el martillo soviéticos.
Ahora, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está preocupada por la región de Transnistria. De hecho, el comandante supremo de la OTAN en Europa, el general Philip Breedlove, ha alertado de un despliegue ruso suficiente para invadir la región separatista moldava.
Cáucaso
En esta región, Osetia del Sur y Abjasia, cuya independencia de facto tiene el apoyo de Rusia, son territorios reclamados por Georgia.
En 2008, Moscú aseguró que debía defender a la mayoría rusa en Osetia del Sur como justificación del ataque contra las fuerzas georgianas que habían intentado recuperar el control en esa región separatista.
El Ejército ruso también se desplegó en Abjasia y obligó a las tropas georgianas a retirarse.
Bajo un argumento similar, Rusia intervino recientemente en Crimea. Y al igual que en Georgia, Moscú resiente el interés de la Unión Europea en Ucrania.
Sin embargo, seis años después de aquel conflicto, la situación en la zona sigue siendo inestable.
El plan de paz patrocinado por la UE para Abjasia y Osetia del Sur, negociado por el expresidente francés, Nicolas Sarkozy, en agosto de 2008, equivalió a poco más que la ratificación de los resultados de la invasión de las dos provincias de Georgia por Rusia, según el diario “Le Monde”.
Dos años antes de aquel conflicto, en noviembre de 2006, se había celebrado un referendo en Osetia del Sur que algunos comparan con el de Crimea.
Su resultado fue un apoyo abrumador para un Estado independiente. Sin embargo, apenas Rusia, Venezuela, Nicaragua, Nauru y Tuvalu lo reconocieron.
Moldavia
En la República de Moldavia, a pesar de las llamadas a la tranquilidad de diversos portavoces rusos, el temor a una nueva anexión por parte de la Federación Rusa se mantiene debido a factores obvios como las estrechas relaciones del Gobierno de Tiráspol y el Kremlin, la inestabilidad creada en la zona por la anexión de Crimea.
Moldavia ha pedido desde hace años la retirada de las llamadas fuerzas de paz rusas de Transnistria, pero el Ejecutivo de Chisinau no ha conseguido nada en ese sentido, ya que cualquier modificación del actual estatus es una decisión que debe ser tomada por todas las partes que firmaron el acuerdo sobre la operación de mantenimiento de la paz.
EEUU: Crimea no es Kosovo
EEUU rechaza de plano la comparación entre los referendos de Kosovo y Crimea en un documento titulado “El caso de Kosovo”, publicado en la página web del Departamento de Estado, deja en claro desde el primer párrafo que “considera que Kosovo es un caso especial que no debería ser visto como un precedente para otras situaciones”.
Para EEUU, la diferencia radica en que Kosovo fue administrado por Naciones Unidas desde 1999 hasta su independencia en 2008.
El Departamento de Estado explica que “la secuencia y la naturaleza de los eventos que llevaron a la independencia de Kosovo no tuvieron precedentes”.
“Kosovo fue un proceso manejado internacionalmente y fue sancionado por Naciones Unidas a través de la resolución 1244 que requería una consulta con el pueblo de Kosovo sobre su estatus político”, señaló a BBC Mundo David Phillips, autor de “Liberando a Kosovo: Diplomacia Coercitiva e Intervención de Estados Unidos”.
“No hay nada ni remotamente parecido en los eventos recientes en Crimea”, agrega este analista que publicó este mes en “The Huffington Post” una columna titulada “Crimea no es Kosovo”.
Christopher Hill, quien fue enviado especial de EEUU a Kosovo en los años en que intervino la OTAN, destaca que la situación en Kosovo “tenía que ver con un tema de autodeterminación”.
“La principal diferencia entre Kosovo y Crimea es que en Kosovo no se trató de un país vecino instigando un referendo y tratando de cambiar el mapa”, dijo a BBC Mundo poco antes de que se conocieran los resultados de la consulta en Crimea.
Pero algo tienen en común: las potencias los utilizan como justificación según su propia conveniencia.
Rusia considera problemático que EEUU considere Kosovo una excepción cuando se habla de separatismos.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, manifestó la semana pasada que “si Kosovo es un caso especial, entonces Crimea también es un caso especial”.

Piden referendos
El depuesto presidente legítimo de Ucrania, Víktor Yanukóvich, llamó el viernes al pueblo ucraniano a celebrar un referendo nacional sobre el estatus de cada región, como única alternativa para una estabilidad de la situación de crisis interna.
Sólo un referendo nacional y no comicios extremos de presidente pueden estabilizar a un grado significativo la situación política y preservar la soberanía e integridad de Ucrania, sostuvo el depuesto mandatario en una segunda alocución desde territorio ruso.
Un día antes, la presidenta del Senado ruso, Valentina Matvienko, afirmó que EEUU se resiste a admitir que el mundo dejó de ser unipolar y a reconocer que Rusia es una potencia global integrada en la economía mundial.
Las recientes palabras del presidente Barack Obama sobre Rusia son un testimonio de la agonía de EEUU y la renuencia a reconocer los errores cometidos en Ucrania, dijo Matvienko, según informó la agencia rusa Ria Novosti.
Fuente: Los Tiempos

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